COMIDA DE NAVIDAD ZONA CENTRO + FIESTA PONGO **29 NOVIEMBRE**

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Hora de reunión: 10:00 de la mañana

Sobre las 10: 30 saldremos de ruta para hacer boca, por las carreteras que nos lleven por Boadilla del Monte, Brunete, Villanueva de Perales y algún pueblo más, 
 a 


Navalcarnero. 

Aparcaremos los coches ahí mismo, donde se ve la Feria. Lo conoceréis porque es el lugar donde celebran los Clásicos de Navalcarnero, a ls cuales ya hemos asistido en alguna ocasión.

En Navalcarnero estaremos un par de horas, para visitarlo tranquilamente. 
Estáis todos apuntados de oficio a una visita al Centro de interpretación, una casa solariega preparada para contar la historia del pueblo (así del estilo de la de El Toboso). Precio de grupo, 1,80€.
-Pero, si alguien no quiere ir, puede saltárselo. Tenemos otros museos, como el Museo del Vino, cuyo inconveniente es que por su propia naturaleza, al ser desarrollado en cuevas, no admite grupos tan numerosos.Pero unos cuantos, sí que podeís ir. 
-También a las doce, la consejería de Turismo ofrece una visita guiada a tres ermitas del casco urbano. precio, 1 € Requiere inscripción previa y las plazas son limitadas.
si alguien queire desligarse de la visita del Centro de Interpretación y/o quiere apuntarse a alguna de las otras actividades, por favor hágamelo saber, para mayor control de las visitas.

ENTRANTES (a compartir platos para cada cuatro personas):

.-SEGUNDOS PLATOS POR PERSONA:

…LOMO ALTO DE BUEY A LA PARRILLA CON GUARNICIÓN DE PATATA PANADERA
…COCHINILLO CUCHIFRITO
…LUBINA A LA ESPALDA

ME GUSTARÍA TENERLO TODO CONFIRMADO A MÁS TARDAR EL JUEVES, POR FAVOR.

topalcala escribió:Recoleto, me puedes incluir en la comida del 29 de noviembre...lo he intentado y soy muy torpe

kfebe escribió:Buenaaaaaaas!

Perdonad, no he definido "Pongo":

Según un artículo de Vanesa Paños, del periódico de Levante:

Seguro que todo el mundo tiene en su casa algún objeto que le han regalado y que, o bien porque no le encuentra ninguna utilidad, o bien porque es poco agradable a la vista, no sabe qué hacer con él, dónde ponerlo y si guardarlo o no en un baúl. Típicos regalos "feos" e "inútiles" que se acostumbran a dar en las bodas, los bautizos o las comuniones. Obsequios que las propias empresas hacen a sus empleados en determinadas fechas. Incluso, recordatorios absurdos con los que familiares, amigos o conocidos deciden deleitar a sus allegados cuando vuelven de las vacaciones por el simple hecho de hacer ver que se han acordado de ellos durante el viaje.

Pongo, así se denomina comúnmente a este tipo de souvenirs. De forma no académica, se puede definir como "un objeto de dudoso gusto que acostumbran a regalar por compromiso y sobre el cual uno se pregunta: ¿Dónde lo pongo?".

La clave de este fenómeno está en el mal gusto y en el poco estilo de las personas que deciden comprarlos, por eso, adjetivos como feo, raro, extravagante, hortera, horrible o ridículo son algunos de los calificativos que acompañan y describen a estos objetos cuando la persona obsequiada ve el regalo que ha recibido.

Rafael Xambó, profesor de sociología en la Universitat de València, considera que el fenómeno del pongo "deriva de la relación existente entre la persona que regala y el que recibe el obsequio". En función de esta afinidad, Rafael diferencia entre los regalos que las empresas hacen a sus empleados, "cuyo cometido es cumplir, sin necesidad de tener en cuenta o satisfacer a los trabajadores", y los objetos de recuerdo que los familiares, amigos y conocidos dan después de las vacaciones. En este último caso "la persona que regala trata de imponerse y exhibirse ante el otro para darle envidia del viaje". En definitiva, "los pongos sólo se ofrecen cuando no se tiene interés en regalar algo que verdaderamente puede ilusionar o satisfacer a la otra persona", puntualizó Rafael.

¿Cómo identificarlos?
Según ha podido comprobar Levante-EMV a través de la red, estos objetos decorativos -también conocidos como "kitsch"-tienen algunas características propias que les identifican. Natividad de la Puerta*, una bilbaína doctorada en Historia Económica y coleccionista de pongos, explica en su blog que estos obsequios suelen cumplir ciertas condiciones. Según ella, los pongos deben ser "totalmente inútiles, o en su defecto, especialmente inapropiados para su función", como por ejemplo un dedal de porcelana demasiado ancho para cualquier dedo o un abanico desproporcionadamente grande. Se trata además de piezas muy baratas que no suelen costar "más de seis euros". "Debe quedar excluido cualquier objeto que contenga palabras como "auténtico", "certificado" o "calidad", aunque se permiten los objetos que están esmaltados en azul cobalto y llevan bordes dorados en los que pone "oro de ley"", especifica Natividad. Además, son objetos que no sólo son "indestructibles", sino que también se caracterizan por tener una "gran facilidad para acumular polvo".

Concursos de "pongos"

Parece ser que poseer un pongo no es siempre un inconveniente para su dueño, pero para quien sí lo sea, está claro que debe tener un poco de humor y valorar más el detalle de recibir un regalo que el propio objeto de dudoso gusto.
*También conocida como "portal de Belén"

tonio 55 escribió:Reco, el sistema no es escoger el pongo, (los tamaños condicionan el elegido) si no por sorteo con numeros, el que te toque te ha tocado.Es lo que hemos hecho ultimamente.

Jupiter5 escribió:Pepe apuntame, no me la pierdo!!!!

Por cierto, solo preguntar: ¿supongo que nos traerás esos estupendos calendarios, no?

Un saludo